Tortícolis muscular, buenos días
Me acabo de levantar, estaba hablando con el teléfono entre hombro y oreja, he realizado unos ejercicios nuevos en una clase de gimnasia…y ¡Auu! ha aparecido dolor en el cuello.
La molestia es aún más desagradable cuando intento mover el cuello y me limita la movilidad especialmente al intentar girar la cabeza o mirar hacia otro lado. El cuello se ha quedado “enganchado”, girado en una posición asimétrica.
Esto corresponde, la mayoría de veces a una tortícolis muscular esporádica.
Antes de empezar, si quieres prevenir la aparición de molestias inesperadas, recomiendo el próximo artículo, cómo mejorar la postura en nuestro espacio de trabajo.
¿Qué es la tortícolis muscular esporádica?
La tortícolis es “una postura asimétrica del cuello acompañada de dolor, que se agrava al intentar corregir la deformidad protectora”. Los músculos del cuello se contraen de forma involuntaria ocasionando que la cabeza se incline hacia un lado y el mentón apunte al lado opuesto. Un inciso, si no existe este problema de movilidad se hablaría de contractura muscular pero no de tortícolis.
El término tortícolis fue acuñado en 1532 por el francés François Rebelais, quien además de monje, humanista y escritor, fue un reconocido médico y usó la palabra en su serie de libros Gargantúa y Pantagruel. Se deriva de los monemas latinos tortus (torcido) y collum (cuello), y es el vocablo que se emplea para denominar la inclinación anómala, temporal o definitiva del cuello y la cabeza, que puede estar producida por diversas entidades.
La expresión, de origen francés es masculina, por lo que se usó con este género y acento llano (sin tilde) en el castellano, sin embargo su uso actual es más común en forma femenina y con acento esdrújulo. Pese a que hay personas que se decantan por tortículis, según la RAE da por válida torícolis, con o.
Existen varias entidades clínicas que tienen como síntoma principal la tortícolis (ocular, neurogénica, muscular, adquirida, congénita..) por lo que complementaremos con un apellido a la tortícolis a la que nos referimos.
Diferenciaremos la tortícolis muscular congénita, que se caracteriza por un acortamiento del músculo esternocleidomastoideo presente al nacimiento o detectado en las primeras semanas de vida de la tortícolis muscular adquirida y esporádica en el adulto.
La tortícolis muscular adquirida esporádica es una entidad especial de la columna cervical y las causas que pueden ser el desencadenante de esta distonía son muchas. Un movimiento brusco, una mala postura al dormir, en relación a la almohada, un estiramiento brusco, un traumatismo, un gesto deportivo descontrolado, haber estado expuesto a una corriente de aire, utilizar el teléfono en una mala postura, etc.
Hay factores de riesgo que pueden facilitar la aparición de este tipo de tortícolis, como presentar algún antecedente patológico en la zona cervical, haber sufrido un accidente de tráfico, presentar alteraciones en la articulación temporomandibular, bruxismo, sufrir estrés, etc.
¿Y qué le pasa a la musculatura?
El músculo principal, responsable de la tortícolis es el esternocleidomastoideo. Es de los músculos que más interviene en la configuración del cuello. Su prominencia se manifiesta especialmente cuando rotamos la cabeza contra resistencia hacia el lado contrario o la inclinamos hacia el mismo lado. En la tortícolis se mantendrá contraído provocando dolor, limitación y alteración de la postura. Otros músculos como el trapecio superior o escalenos también estarán afectados.
La distonía / contracción continua presente en esta musculatura es la responsable de la limitación y la imposibilidad de llevar el cuello a la posición anatómica normal, provocando además sensación de dolor y molestias.
¿Cómo actuar ante una tortícolis?
Lo primero es el reposo. Evitar realizar gestos, posturas o actividades que soliciten el cuello ya que a menudo lo único que conseguiremos es empeorar la situación. Además hay actividades, como conducir, que resultarán peligrosas hasta que mejores, ya que el cuello no te dejará mirar a un lado y forzar no es una buena opción.
Pero reposo no es inmovilización, si estamos pensando en algo parecido a un collarín, solo aumentará la distonía, por lo que solo se recomendará por parte del médico en casos muy concretos que no tienen que ver con la tortícolis muscular esporádica.
Depende del caso caso sería conveniente aplicar calor suave 15 minutos cada 3 horas.
El médico y el fisioterapeuta te ayudarán para poder recuperarte.
El médico indicará si es necesario pautar analgésicos, AINES o relajante muscular.
Sólo en el caso en que el dolor sea persistente o mostremos otros síntomas distintos al de una tortícolis muscular esporádica recomendará realizar alguna prueba complementaria.
¿Y el fisioterapeuta y osteópata?
¡Aquí viene nuestro aporte!
El fisioterapeuta y osteópata realizará una historia clínica basada en la anamnesis, realización de test y pruebas de valoración que facilitarán el desarrollo de un plan de fisioterapia individualizado lo más preciso posible. Para poder realizar un buen tratamiento es necesario conocer bien al paciente.
El tratamiento en la tortícolis se basa en un tratamiento global de la columna cervical intentando buscar y solucionar el origen del dolor del paciente.
Hablaremos de los antecedentes médicos (como accidentes de tráfico, entre otros), profesión, actividad física, nivel de actividad o estrés, alimentación, calidad del sueño, factores que pueden facilitar la aparición de la tortícolis. Estudiaremos las pruebas que pueda aportar, como radiografías anteriores.
En la fisioterapia y osteopatía damos mucha importancia a la inspección/valoración/test ortopédicos que puedan darnos información detallada del estado del cuello y en general del paciente.
La forma del rostro y del cuerpo, el perfil morfoosteopático, exámenes estáticos en los que observamos desequilibrios y compensaciones de la posición y postura del cuello – cabeza – miembros superiores, la posición del resto de la columna y el apoyo de los pies son importantes. También los exámenes dinámicos en los que observamos la calidad y amplitud de los movimientos articulares.
Realizaremos una evaluación cervical manual palpatoria y distintos test que nos ayuden a identificar las distintas alteraciones del tono muscular, disfunciones osteopáticas y problemas de movilidad.
Una vez estudiado el caso e identificadas las distintas alteraciones, estableceremos un plan terapéutico. Para la mayoría de las tortícolis de tipo muscular esporádico en el adulto necesitarán entre 2 y 5 sesiones de tratamiento.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento de fisioterapia / osteopático consiste en primer lugar en disminuir el dolor y relajar la musculatura afectada, para poder trabajar después sobre las articulaciones afectadas.
Se realizará terapia manual, masaje y estiramientos miotensivos de la musculatura afectada. Se tratará el músculo esternocleidomastoideo afecto, además de el músculo trapecio y otros músculos afectados tratando de flexibilizar y relajar el área cervical.
Trataremos de liberar los distintos tejidos del cuello en la zona anterior y posterior, y del resto del cuerpo que influyan en la zona afectada mediante distintas técnicas de liberación miofascial y articular.
Facilitaremos la normalización del tono muscular, con distintas técnicas que ayudarán mediante el estiramiento, inhibición, inducción, la contracción y relajación normalizar el estado de la musculatura.
También mejoraremos la función articular con técnicas de streching, movilización suave y finalmente manipulación si es necesario.
Todo ello irá acompañado de una combinación de recomendaciones, y técnicas / ejercicios que se enseñarán de forma individualizada.
No creo que sea conveniente presentar en este blog múltiples ejercicios y estiramientos para este problema, ya que el movimiento no pautado de forma personalizada, en la tortícolis, habitualmente empeora la situación al tratarse de un espasmo muscular sostenido. Es importante insistir en el reposo (que no inmovilización) inicial y aprender distintos estiramientos y métodos de relajación junto al fisioterapeuta para evitar hacernos daño mediante un autotratamiento.
La tortícolis muscular esporádica en una alteración temporal que mejora notablemente con la ayuda de la fisioterapia y de la osteopatía, devolviendo el tono muscular y la función normal al área cervical.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿En qué me puede ayudar el tratamiento de fisioterapia?
En general, todas las personas que han sufrido una lesión neurológica encontrarán el tratamiento de fisioterapia de gran utilidad.
La fisioterapia neurológica tiene como objetivo el tratamiento de las alteraciones debidas a una afectación del sistema nervioso central o periférico.
La fisioterapia neurológica pone a disposición del paciente una serie de conocimientos dirigidos a mejorar, entre otros aspectos, la calidad y la eficacia de los movimientos, el control postural, la marcha, la estabilidad, reducir la espasticidad, los temblores, la fatiga, la búsqueda de la autonomía, la independencia en la vida diaria y mejorar así la calidad de vida tanto del paciente como del familiar o cuidador.
¿En qué va a consistir en mi caso la fisioterapia y cuántas sesiones voy a necesitar?
En una primera sesión se realizará una evaluación inicial en la que se valorarán las capacidades preservadas y sus dificultades. Tras la evaluación, se establecerá un plan de fisioterapia de acuerdo al pronóstico, con objetivos a corto y medio plazo.
Será tras la evaluación inicial cuando el fisioterapeuta, junto con el paciente y familia, en su caso, establezca el tratamiento adecuado, los objetivos a alcanzar con el mismo, número y duración de las sesiones, estableciendo el ritmo que conviene en cada caso.
El fisioterapeuta utilizará distintos métodos de fisioterapia a nivel neurológico, como son el Concepto Bobath, Perfetti, Kabat, Vojta, etc., siendo éstos específicos para el tratamiento de la lesión neurológica.
Se tendrá en cuenta el número de sesiones requeridas, conscientes del esfuerzo económico que podría suponer en algunos casos, disponiendo de ventajas respecto a las tarifas habituales.
Fisioterapia y lesión neurológica
La lesión neurológica suele ser un acontecimiento inesperado, por lo que durante el proceso de rehabilitación es normal que surjan dudas.
Intentaremos resolverlas antes de comenzar el tratamiento, con el compromiso de ofrecer siempre toda la información que esté en nuestra mano a lo largo del mismo.
Se llevará a cabo una evaluación inicial y un posterior tratamiento de fisioterapia y terapia ocupacional, en su caso, centrado en los objetivos planteados, de forma que sea progresivo, factible, flexible y acordado según las circunstancias.
El plan de fisioterapia se armonizará con los objetivos de los diferentes tratamientos que se estén llevando a cabo a nivel multidisciplinar, según las necesidades de la persona, y se establecerá junto con el paciente y/o familia.
¿Necesito algún material para realizar el tratamiento?
No tendrás que aportar ningún accesorio/implemento que se vaya a utilizar durante las sesiones, los aportará tu fisioterapeuta.